ROCIO: HISTORIA DE UNA CORONACIÓN

por Ignacio Rangel / 11, septiembre 2015


La historia de la coronación canónica de la Virgen del Rocío comenzó en la soleada mañana del año 2006, dónde se entregó oficialmente en el Obispado de Málaga el expediente de solicitud de Coronación Canónica de la Virgen del Rocío.


El 24 de Julio de 2012, festividad de Santa Cristina se recibe en la Cofradía un correo electrónico remitido por el Delegado de Hermandades y Cofradías, D. Francisco Aranda, donde reenvía el correo que le hace llegar personalmente el Sr. Obispo de Málaga, Mons. Jesús Catalá Ibáñez y que él mismo firma donde reza lo siguiente:


“La Cofradía del Rocío de Málaga ha pedido la Coronación Canónica de su imagen, cuya copia del documento te adjunto.

            Puedes responderles que el Obispado de Málaga acepta la petición, para que empiecen a preparar la Coronación con los criterios de la Diócesis, que te alego más abajo.”

 


                                                              +Jesús Catalá

 

El júbilo se todos los hermanos del Rocío se traslada a toda la Málaga cofrade. Las portadas de todos los diarios se llenan del blanco de la Novia de Málaga. Las redes sociales hacen que lo más comentado en toda España sea que Málaga corona a su novia. 

 

La Hermandad propondrá al Sr. Obispo la fecha del 12 de septiembre de 2015 para Coronar a la Virgen del Rocío en la Santa Iglesia Catedral de Málaga.

 

Una fecha que se ha ido acercando triduo a triduo, besamanos a besamanos, quinario a quinario, Martes Santo a Martes Santo…

 

Quedan escasas horas para que se desborde la gracia, para que el amor inunde de blanco las calles de nuestra ciudad. La luz, el resplandeciente fulgor del blanco coronara de Rocío los corazones de un pueblo entregado a su novia.

 

¡Malagueños! ¡Malagueñas!; Ha llegado el día, salgamos todos a recibir a la novia que va a casarse con la ciudad, unámonos todos bajo el mismo estandarte de la realeza de María y gritemos al unísono: ¡Viva la Virgen del Rocío! ¡Viva la Novia de Málaga!, ¡Viva la Madre de Dios!.